Arquitectura singular en el centro de Bilbao
San Mamés dispone de una fachada característica, semitransparente y permeable, presentando una pieza arquitectónica que destaca por su singularidad y refuerza los vínculos con la ciudad y el entorno.
Además, el nuevo San Mamés sigue manteniendo el espíritu del anterior campo. La presión del público y el gran ambiente en días de partido son una de las señas de identidad de este estadio, al que todo el mundo denomina como “La Catedral del fútbol”.
Diseño interior con espíritu
El diseño interior del campo refleja el espíritu del antiguo San Mamés mediante la aportación de elementos singulares y que guardan relación con la historia del Club y la ciudad.
Las dimensiones del campo original se mantienen (105 x 68 metros), así como la distancia mínima exigida entre la grada y el terreno de juego, permitiendo generar un “efecto presión” también característico en el antiguo campo. Además, el nivel del terreno de juego está 7,8 metros por debajo de la rasante de la zona para reducir la altura total de la construcción y permitir el acceso a las gradas inferiores sin ningún tipo de barrera. Los graderíos se han construido con la máxima pendiente dentro de los parámetros de confort, para vincular a la grada con el terreno de juego.
Ejemplo de sostenibilidad
El campo de fútbol se ha construido poniendo en valor algunas cuestiones como la sostenibilidad. Por ello, ha sido el primer campo de fútbol en Europa que obtiene la certificación de edificación sostenible LEED (Leadership in Energy and Environmental Design).
Este reconocimiento valora el grado de sostenibilidad de un edificio en base a múltiples criterios como integración de parcela, ahorro de energía y agua, uso de materiales con bajo impacto ambiental, innovación o diseño.
Iluminación
La iluminación de la fachada de San Mamés es una de sus señas de identidad, con un sistema de iluminación dinámico LED que permite cambiar el blanco de los paneles de ETFE que conforman su fachada por cualquier otro color o combinación lumínica.
La iluminación de la fachada de San Mamés es, sin duda, una de las señas de identidad del campo. Se puede disfrutar de la iluminación animada de San Mamés todos los días de 22:00 a 22:30 (en verano) y de 20:00 a 20:30, en invierno, desde diferentes puntos de la ciudad.